“Aníbal siempre fuiste un poco tarambanas. Algunos piensan que mucho, pero en ti casi era una virtud.

Fuiste también todo un amor. Amante de tu familia, de tus hijas, padres, hermanos y sobrinos, que también te adoramos.

Siempre estabas ahí para todos, te hacía feliz que todos estuviéramos bien y te dejabas a ti mismo para el final.

Me acuerdo de todos sus compañeros de trabajos y de sus motos y moteros.

De su otra gran familia, todo el hockey aragonés y de otros muchos sitios que tuvieron la suerte de conocerlo, y es que por donde pasaba, dejaba huella por su contagioso buen humor, siempre se lo pasaba bien y hacia disfrutar a todos a su alrededor.

El maldito día que te diagnosticaron esta maldita enfermedad ya sabías que era cuestión de tiempo y que poco se podía hacer y tú lo hiciste todo y luchaste hasta el último día. 

Y nos animabas y fortalecías a todos para seguir adelante.

La huella que has dejado ahora es un gran hueco, pero solo con recordarte cómo eras ese hueco se llenará de amor y de ayuda para todos.”

Has dejado en el hockey aragonés un hueco que no podrá llenarse, pero seremos tu sonrisa, tus ganas, tu fuerza, tu… En el campo desde hoy y para siempre ????❤ ?

Desde aquí queremos mandar un abrazo y todo nuestro cariño a la familia.

Siempre estarás en nuestros corazones. ??????